Aunque deberíamos estar contentos por haber pasado de ronda, la realidad es otra. Teníamos la obligación de ganar por la calidad de rival, colista de primera, y lo hemos hecho en el chico de desempate y porque no acertaron el la última tirada, pero estábamos más fuera que dentro.
Empezó el partido en 14 metros con raya al medio al pulgar. Hicieron 35 bolos y nosotros tirando mal del tiro sacamos uno. En la segunda tirada nos mandaron a ganar a 36. Estos y con ese tiro y raya hay que hacerlos siempre, pero nada más lejos de la realidad. Sumamos cuatro desde el tiro. Increíble pero cierto.
En el segundo chico desde 18 metros les mandamos a ganar en dos tiradas a 31, y no los hicieron, por lo que llegamos al uno a uno.
En el tercero cambiamos a raya al medio a la mano. Cerraron con 41, y con el juego que estábamos desplegando se nos hicieron un mundo. Acabamos en 32 y resultado parcial de uno a dos.
En este momento hicimos un cambio. Se retiró Isaac (alguno tenía que salir) y entró Alfonso. Fue clave, porque en la siguiente tirada desde 18 metros sumó 17 desde el tiro, lo que nos llevó al empate a dos.
Otra vez al pulgar en el quinto chico desde 14 metros y no cerraron haciendo 38. Esta vez si, hicimos 40, pero sufriendo, sin claridad de ideas ni de juego.
En el sexto chico cambiaron ellos de mano. Pusieron al pulgar, y nosotros sin embocar hicimos 41. Consiguieron dos emboques, con lo que llegamos al chico de desempate.
En este otra vez 18 metros y el emboque al pulgar en mitad de la bolera. Solo hicimos 33, con lo que nos veíamos fuera de la competición. Una bola tenía la culpa, pero lo hicieron rematadamente mal. Solo 20 bolos con una bola queda y un caballo. De segundas les mandamos a ganar a 59, que fueron suficientes porque no consiguieron embocar.
Muy mal juego, pero esto ya pasó. La siguiente eliminatoria contra la Bolística de Torrelavega el 10 y 17 de junio. Ahora toca la liga, y hay mucho que mejorar.
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