Hoy hemos jugado uno de esos partidos de esos desagradables de jugar. Ellos se jugaban el descenso, y nosotros prácticamente nada. La sensación que te queda si ganas es mala por el contrario, y si pierdes mala por el perjudicado de otras boleras, así que siempre quedas mal.
Empezamos ganando el primer chico desde 16 metros con raya alta a la mano. En dos tiradas les fue imposible. Daban la sensación que no harían ningún chico, pero después todo cambió. Desde 17 metros con raya al medio al pulgar no mandaron a 43 de dos tiradas. Lo hicimos mal y empate a uno.
El tercer chico, igual que el primero, desde 16 metros con raya alta a la mano y emboque fácil. Metimos uno y totalizamos 51. Ellos consiguieron tres y se adelantaron en el marcador.
En el cuarto chico acertaron a cerrar con 45 que nos fueron imposibles. Tiramos mal desde el tiro y nos quedamos en 38.
Solo nos quedaba empatar, cosa que a ellos les mandaba a primera regional. Cambiamos de tiro a 18 metros y ellos siguieron con la raya alta a la mano. Cerramos con un emboque mio con 55 a los que no pudieron llegar. Tres a dos y emoción por todo lo alto. La Carmencita había ganado y Ribamontán perdido. En este chico se decidía quien bajaba.
Volvieron a 17 metros y cambiamos a raya alta a la mano. Hicieron 38, y nosotros con una queda de Rivero y tirando bastante mal solo hicimos 26. Doce de saca a su favor que casi decidían el chico. En su segunda tirada, después de tirar bastante mal las primeras bolas desde el tiro, sin duda afectados por los nervios, acabaron con 33 que nos mandaban a ganar a 46. No los hicimos y se desató la alegría en la afición y jugadores de Sarón. Continuarán otro año más en la máxima categoría. Nosotros terminamos la liga en octava posición, que hace que nos tengamos que enfrentar a Hermanos Borbolla en la copa. Veremos que pasa en Treceño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario